Abián conquista el oro en los Juegos Europeos
EL PERIÓDICO
El bilbilitano se impuso en la final al danés Emil Holst por 2-0
Pablo Abián añadió ayer un nuevo éxito a su brillante palmarés. El bilbilitano cerró el medallero español en los Juegos Europeos de Bakú al conseguir la medalla de oro en bádminton tras derrotar en la final al danés Emil Holst por 21-12 y 23-21 en 44 minutos de partido. Abián cerró la participación española en Bakú y elevó la cuenta en el medallero, que finalmente asciende a 8 oros, 11 medallas de plata y 11 de bronce, para la treintena final. El aragonés se convirtió en el abanderado español en la ceremonia de clausura de estos juegos que se han celebrado en Azerbayan.
Abián se mostró "muy feliz" por su triunfo y comentó que "éste era un campeonato muy importante" y, por ello, "tenía mucha ilusión" por conseguir "un buen resultado". El aragonés superó una dura prueba en la semifinal, remontando un set, para terminar deshaciéndose de todos sus rivales hasta el último día. "Estoy feliz de haber sido tan competitivo desde el principio en un grupo tan difícil, pasar de ronda y luego seguir partido a partido, remontando marcadores desfavorables y reponiéndome a las adversidades", comentó el zaragozano.
Sobre su actuación en la gran final, Abián resumió que empezó el primer set "muy activo y sabiendo controlar el juego, sin dar opciones a mi rival", aunque admitió que su oponente en el segundo set "cambió su juego y estuvo por delante casi hasta el final". "Pese a ello, siempre creí en que era posible la remontada y lo conseguí finalmente", aseguró el medallista español. Por último, se acordó de los suyos: "Quiero dedicar este triunfo a todos los que me apoyado durante todo este torneo y también lo hacen día a día, en especial a mi familia, a mis amigos y a mi club", indicó.
Pablo Abián es uno de los nombres propios del bádminton español desde hace años. Ha sido siete veces campeón individual de España, además de tres veces en dobles masculino y una en dobles mixto. Ha participado en cinco Mundiales absolutos, alcanzando los octavos de final tanto en el 2011 como en el 2013 y conquistó la plata en los Juegos del Mediterráneo 2013. Además, ha sido olímpico en dos ocasiones, primer español en lograrlo, en Pekín 2008 y en Londres 2012, donde fue eliminado por el campeón. Precisamente su gran objetivo ahora es disputar una tercera cita olímpica, la del año que viene en Brasil.
Abián se mostró "muy feliz" por su triunfo y comentó que "éste era un campeonato muy importante" y, por ello, "tenía mucha ilusión" por conseguir "un buen resultado". El aragonés superó una dura prueba en la semifinal, remontando un set, para terminar deshaciéndose de todos sus rivales hasta el último día. "Estoy feliz de haber sido tan competitivo desde el principio en un grupo tan difícil, pasar de ronda y luego seguir partido a partido, remontando marcadores desfavorables y reponiéndome a las adversidades", comentó el zaragozano.
Sobre su actuación en la gran final, Abián resumió que empezó el primer set "muy activo y sabiendo controlar el juego, sin dar opciones a mi rival", aunque admitió que su oponente en el segundo set "cambió su juego y estuvo por delante casi hasta el final". "Pese a ello, siempre creí en que era posible la remontada y lo conseguí finalmente", aseguró el medallista español. Por último, se acordó de los suyos: "Quiero dedicar este triunfo a todos los que me apoyado durante todo este torneo y también lo hacen día a día, en especial a mi familia, a mis amigos y a mi club", indicó.
Pablo Abián es uno de los nombres propios del bádminton español desde hace años. Ha sido siete veces campeón individual de España, además de tres veces en dobles masculino y una en dobles mixto. Ha participado en cinco Mundiales absolutos, alcanzando los octavos de final tanto en el 2011 como en el 2013 y conquistó la plata en los Juegos del Mediterráneo 2013. Además, ha sido olímpico en dos ocasiones, primer español en lograrlo, en Pekín 2008 y en Londres 2012, donde fue eliminado por el campeón. Precisamente su gran objetivo ahora es disputar una tercera cita olímpica, la del año que viene en Brasil.
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