
El empresario en la rueda de prensa de la pasada semana
Zaragoza.- Los accionistas que han entrado en las últimas fechas en el Real Zaragoza se encuentran en un grave problema que, a día de hoy, se ha convertido en un callejón sin prácticamente salida. Gamón y compañía todavía no han recibido un “sí” a su calendario de pagos, que han vuelto a presentar modificado este lunes en la Agencia Tributaria. Una condición indispensable para que la entidad maña siga viviendo, ya que los pagos son inasumibles para los empresarios aragoneses y el todavía desaparecido James Brumwell.
Lo cierto es que existe un preacuerdo con la vía mexicana, pero éstos no quieren dar ningún paso hasta que no se firme el aplazamiento de pagos. Mientras los accionistas necesitan su capital, los mexicanos lo supeditan todo a que llegue de manera previa el “OK” de Hacienda. Ante esta situación límite, Gamón ha cedido a la presión popular y ha decidido recurrir a Kadir Sheikh.
El propio Kadir se mostraba, la semana pasada con especial énfasis, dispuesto a negociar y a hacerse cargo de los pagos más inmediatos y del club. Pero los dueños de la entidad se desmarcaban con un comunicado recordando el preacuerdo con los mexicanos. El pakistaní daba una fecha y una hora límite ante la que Gamón y Lasheras decidieron no responder, aunque horas después publicaban un nuevo escrito en la página oficial citando a Sheikh en las oficinas del club este martes a las 10.30 horas.
Algo que el propio empresario manifestó que no le había gustado, por la poca seriedad y por sentirse, en pocas palabras, un segundo plato. Para tratar de reactivar esta vía, al filo del mediodía, Luis Gamón ha realizado una llamada telefónica a Kadir Sheikh para volver a emplazarle en el mismo lugar y hora. Pero ahora es el pakistaní el que no da su brazo a torcer y tiene decidido no acudir.
Pese a ello, desde su entorno se asegura que no supone retirarse de esta puja, sino que prefiere llevar a cabo dicha reunión de una manera más profesional. Mientras, la afición ha convocado una concentración a las puertas de las oficinas minutos antes, a partir de las 10.00 horas.
Ese “no” de Kadir Sheikh puede no ser definitivo, ya que no sería la primera vez que el empresario decide cambiar de opinión, tal y como se desliza desde su entorno. Pero lo realmente palpable es que, a día de hoy, nadie ha hecho frente a los 8,1 millones de euros que el Real Zaragoza necesita aportar, sin contar otros gastos, para poder competir un año más en la Liga Adelante y sobrevivir en un callejón cuya salida cada día se estrecha y que apenas deja entrar la luz.
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