CRÓNICA PIRATA: ESLOVENIA SE RECREA ANTE LA DESIDIA DEFENSIVA ESPAÑOLA (78-69)
El Eurobasket 2013 no descansa. Sin tiempo para saborear la abultada victoria sobre Croacia, los de Orenga se ponen el traje de las grandes citas. Eslovenia, la anfitriona, y que pudo con la teóricamente inferior República Checa a regañadientes en la primera jornada, recibe a los Españoles en prime time. Importante choque de cara a la confianza de una selección española que no lo tendrá fácil en uno de los supuestamente pocos encuentros con presión ambiental contraría en el torneo.
El Eurobasket 2013 no descansa. Sin tiempo para saborear la abultada victoria sobre Croacia, los de Orenga se ponen el traje de las grandes citas. Eslovenia, la anfitriona, y que pudo con la teóricamente inferior República Checa a regañadientes en la primera jornada, recibe a los Españoles en prime time. Importante choque de cara a la confianza de una selección española que no lo tendrá fácil en uno de los supuestamente pocos encuentros con presión ambiental contraria en el torneo.
Vuelta a las andadas. No está logrando correr España, no está logrando sacar las jugadas limpias, y se nota demasiado en los puntos anotados. Es un riesgo perder uno de tus puntos fuertes y más lo es caer en el tipo de juego que quieren imponer tus rivales. La conjunción de despropósitos y de mala selección de tiro inicial era digna de enseñarse en las canteras como ejemplo de qué no hacer. Eslovenia estrenaba su marcador más allá del segundo minuto de juego y España solo era capaz de borrar el cero con una buena canasta de Marc cercando la mitad del cuarto. Las defensas hacían su agosto, los exteriores parecían no existir y solo el juego en la zona lograba cierta efectividad. Con el final de cuarto acercándose y las rotaciones haciendo acto de presencia, 6-9 y gracias.
Seña de identidad. No estaban a gusto los de Orenga y el partido iba a la deriva. Con una España forjada sobre los exteriores es inevitable pensar que la moral rival se acrecienta al tapar a estos. Incluso con Ricky Rubio y Calderón surgiendo entre el final del primer cuarto y el comienzo del segundo no parecía verse incómoda a Eslovenia. Aún teniendo en cuenta los amagos de abrir brecha de los nuestros, de 9-9 a 9-14 y de 11-14 a 12-19, los locales mantenían su ritmo, se agarraban a un Lakovic inspirado en esos minutos y anotaban con facilidad. Con lo que estaba costando producir puntos ellos se mantenían vivos gracias a la concesión de canastas fáciles y a su insistencia en machacar el juego interior rival, el ya conocido punto débil español. Parcial esloveno, 20-19. Hoy no iba a ser tan fácil…
Factor diferencial. Hablábamos del potencial ofensivo español como de un factor diferencial. Cuando logra transitar con velocidad y dejar frentes abiertos en el rival los parciales caen solos, sin esfuerzo y dejan un reguero de puntos que marcan los encuentros. Dos triples consecutivos de Calderón y el buen hacer de Marc Gasol en la zona colocaban el 20-27 y obligaban al tiempo muerto local. Se cumplía el plan previsto durante breves segunds. Eslovenia se descomponía y se mantenía en el encuentro con la inspiración momentánea de Dragic. Los exteriores españoles entraban al encuentro y San Emeterio remataba un nuevo triple de Calderón para marchar al descanso con un cómodo e irreal 25-33.
En tromba. Así volvía Eslovenia de vestuarios. Tras haber manejado la primera parte y tras la caraja final, subida de presión ambiental y mentalización por la victoria. España se achantaba un poco, por qué no decirlo, y los colegiados sufrían de visión borrosa en según qué disputas o defensas. Nada sospechoso… Negados de cara al aro salvo en las manos de Ricky, Vidmar y Nachbar neutralizaban la renta poco a poco cargando a un Gasol demasiado solo. Los de Orenga se sostenían sobre tres patas y aunque la brecha de 4-5 puntos se mantenía a duras penas, la silla temblaba con visos de caerse en cualquier momento. Marc se hacía dueño y señor, llegaba a poner una renta de ocho puntos pero los encargados de ayudarle a cerrar las ventanas no hacían acto de presencia. El aire esloveno entraba en tromba, con una actitud y agresividad (en el buen sentido) de menos a más. Eran ellos ahora quienes se hacían los dueños de las segundas oportunidades, de las ayudas, de la verticalidad de cara al aro y, casi sin darnos cuenta, se cerraba el tercer cuarto de forma horrenda pasando de irnos con ventaja a ver el 52-51 en el electrónico. La soga se había apretado sobre la bocina pero el aviso estaba dado mucho antes. El maestro Maljkovic ahogaba tácticamente a España.
Entrando en su juego. Precipitación, intercambio de golpes sin protección ante Dragic y Nachbar y jugadores sobrepasados por el ambiente o por el ánimo de los locales. Sendos triples de Aguilar, a tabla, y de Calderón, maquillaban la situación. La aparición del base español evitaba el sonrojo general pero el timón esloveno ahora sí que era capaz de hacer que se reflejara en el marcador lo visto en la pista. Los de Orenga no vislumbraban dirección de ningún tipo, se alternaban para aparecer sin más sentido que el azar, se regalaban tiros libres y mientras tanto Eslovenia mataba el encuentro con el mejor arma español, la contra. Robo y mate de un Goran Dragic que sellaba su victoria, Nachbar le ponía el lazo y humillación final con aro cerrado para España y 78-69 no sé si más celebrado por el público o por los jugadores. Merecidísima victoria eslovena y el grupo que descansa un día de más en una próxima jornada que se dividirá en dos días.
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